17 enero, 2007

Videojuegos

Recuerdo que desde chico, bueno, mejor dicho desde niño, me gustaron los videojuegos. En gran parte estudié informática por eso, porque uno a los 12 años no cacha sobre carreras, pero yo tenía pegado en mi mente de pendejo el querer estudiar algo relacionado con computación. El muy pastel creía que se iba a pasar jugando en la pega.
Me acuerdo que cuando vivía en yumbel, me pasaba a buscar un amigo, Fernando se llamaba, que era hermano de una compañera de colegio que se llamaba gloria, la Guru le deciamos (no gurú). Pucha ahora que me acuerdo de ella me pongo a pensar que fue una de mis mejores amigas de niño, no tengo idea que será de ella ni de su hermano. Bueno, les decía que me pasaba a buscar el fernando, saliamos en bicicleta, bien temprano, nos dabamos un par de vueltas a la plaza, hechando carreras con los autos, que en ese entonces no eran muchos ni muy rapidos, todo para esperar que abrieran el local de los videjuegos a eso de las 10 de la mañana. Una vez abierto, comprabamos un par de fichas y nos largabamos a jugar. Cada cual tenía su juego favorito, pero siempre tratabamos de jugar solo uno para terminarlo y ser los bakanes del local. A mi me gustaban los juegos de naves tipo 1941, xevious, star force y uno que era una nave que daba vueltas en circulo y que iba recorriendo los planetas. Este último me lo daba vuelta (terminaba) varias veces con una sola ficha, me gustaba ver como se llenaba de gente detras mio para verme jugar, me sentía importante, como pendejo de una película, hasta que el dueño del local entró a cachar que no le salía a cuenta que yo me la pasara jugando toda la tarde habiendo pagado solamente 10 pesos (que era mas o menos lo que valía una ficha en ese entonces), asi que el tipo decidió no dejarme entrar mas al local o venderme las fichas al doble o triple del valor para el publico en general. No haber sabido que existía el sernac en ese entonces, damn it!!.
Ahora ya no juego mucho, no tengo tiempo, mi hijo o las cosas de la casa me lo absorven, o simplemente el sueño. pero no dejo de ser un niño aficionado por los juegos.