13 septiembre, 2006

Día D-Hombres

Ayer fue el primer día de la semana que paso con mi hijo, los dos solos en la casa, comiendo, durmiendo y riendo. Todo pasó porque a Nicolás (así se llama mi hijo) le dio conjuntivitis, lo cual le prohibe ir a la sala cuna por la facilidad de contagio.
Se invirtieron los papeles ya que su madre siempre se queda con él en estos casos, pero como ya había pedido mucho permiso en su trabajo, no creiamos que la pescarían nuevamente. Por suerte a mi no me pusieron problema en la pega, mi jefe se porta un 7.
Me desperté con el desayuno que preparó Andrea (mi señora), unas ricas tostadas con un te, genial manera de despertar para un hombre hambriento como yo. El nico ni cachaba que se iba a quedar con su padre en vez de ir a jugar con sus amiguitos al Jardín. Yo tenía un poco de miedo, de no poder hacer las cosas bien como lo hace mi señora cuando se queda con él, de perder la paciencia y enojarme, pero po suerte nada de eso sucedió.
Al final del día, haciendo una evaluación, creo que lo hice genial, y lo digo en serio, no pensé que lo haría tan bien, nos reimos mucho con el Nico, jugamos, conversamos en su lenguaje (bla gua gue du pa, etc.).
Hoy me siento orgulloso de ser padre, no solo por el hijo excelente que tengo, sino porque esto es una dificil tarea, y creo que de a poco me estoy enpezando a convencer que cada día puedo hacerlo mejor.

1 comentario:

Unknown dijo...

Mis más sinceras felicitaciones!!! De verdad te felicito por apoyar a tu mujer en esto, siempre he creido que las labores deben compartirse de esa forma, esto establecerá lazos con tu hijo que durarán siempre. Sigue así y no tengas miedo, que cuando se quiere se puede, y con amor, todo resulta! Nuestros niños sólo necesitan ser amados, con eso, ya estás al otro lado.